JUDO

             El Judo (柔道) o camino de la gentileza / flexibilidad, fue creado por el maestro japonés Jigoro Kano (嘉納 治五郎) en 1882 conocido en ese entonces como Kano-Ryu-Jujutsu,y enriquecido por el maestro Kyuzo Mifune después de la muerte de Jigoro Kano donde Mifune le dio la mejor tecnica y elegancia hasta el dia de hoy como se conoce. El maestro Kano recopiló la esencia técnica ( lanzamientos, luxaciones, inmovilizaciones, estrangulaciones, desarmes y golpes) y táctica ( desplazamientos, posicionamientos, transiciones, métodos de respiración, etc.) de dos de las antiguas escuelas clásicas de combate cuerpo a cuerpo japonés medievales o Jiujitsu (柔術), adaptándolas a un entrenamiento a tiempo real. Nótese que hasta finales del s.XIX estas técnicas eran enseñadas sin entrar en combate activo, pues varias de estas (como las luxaciones a las rodillas, a la cadera o a la columna) se consideraban demasiado peligrosas, para ser incluidas en un formato deportivo. El maestro Kano seleccionó y estructuró las técnicas que podían aplicarse en un combate deportivo sin un alto riesgo de lesiones. Esto otorgó a los judocas una ventaja inigualable frente a otros japoneses que limitaban su entrenamiento a la repetición de las formas o kata.

 

Las técnicas en las que el maestro Kano se inspiró fueron derivadas de las enseñanzas de los estilos Tenjin Shin'yō-ryū (天神真楊流) y Kitō-ryū (起倒流) que a su vez están basadas en los métodos de lucha cuerpo a cuerpo practicados por los guerreros medievales en armadura o samurái en el campo de batalla hasta el inicio del siglo XIX en Japón. El maestro kano logró reunir las técnicas en un solo formato, con el nombre de Judo, dentro de su escuela, el Kodokan.

 

El Judo es uno de los cuatro estilos principales de lucha deportiva más practicados hoy en día en todo el mundo. A partir del Judo kodokan se han derivado o desarrollado las actuales formas de jiujitsu europeo, jiujitsu americano, jiujitsu brasileño, sambo ruso, nihon tai jutsu, incluso llegando a influenciar diversos sistemas modernos como el Hapkido coreano y el Krav magá israelí. Esto se debe principalmente a que judocas formados en Japón y sus discípulos a lo largo del mundo se han encargado del desarrollo de estas otras formas. 

Aspectos generales

 

El judo como deporte permite una educación física  integral, potenciando por medio del conocimiento de este las posibilidades psicomotrices, tales como la ubicación espacial, la perspectiva, el ambidextrismo, la lateralidad, la coordinación conjunta e independiente de ambas manos y pies, y acciones como lanzar, tirar, empujar, arrastrarse, saltar, rodar, caer, entre otras; y de relación con otras personas, haciendo uso del juego y la lucha como un elemento integrador y dinamizador e introduciendo la iniciación técnico, táctico y deportiva de forma adaptada, además de buscar un acondicionamiento físico general e idóneo.

Actualmente el judo en su forma deportiva se ha especializado en los lanzamientos, con algunas pocas sumisiones, luxaciones y estrangulaciones. No obstante, en su práctica integral no ha dejado de lado la enseñanza de los golpes, los desarmes, varias luxaciones articulares, el uso de los puntos de presión y los métodos de reanimación, lo que lo hace muy apropiado para el uso por fuerzas de seguridad, cascos azules, policías, militares, paramédicos, etc.

 

La no resistencia

 

En el estudio del judo, la no resistencia constituye un principio técnico primordial. Un judoca debe ceder a la fuerza de su oponente conforme si se es empujado o traído, ya que, al obrar así, no solamente se anula el esfuerzo contrario y se optimiza el gasto de la propia energía, sino que facilita más la conservación del equilibrio de lo que se lograría al ofrecer resistencia, al tiempo que se debilita el equilibrio del oponente. En una palabra, es la manera de aceptar las cosas según se presentan para cambiarlas ventajosamente. Fue debido a este factor que el arte se diera a conocer con el nombre de Jiujitsu (arte gentil) y judo (forma de gentileza).

 

Este principio, tal y como lo hemos descrito, puede parecer lo suficientemente sencillo y claro como para que cualquiera pueda entenderlo y seguirlo en la práctica; más para actuar sin oponer resistencia al ser atacado y para guardar el debido equilibrio o postura en circunstancias que cambian rápidamente, es preciso alcanzar un alto nivel de sutileza. Otro aspecto de la no resistencia es que en el judo nuestro interés es inicialmente despertado por su llamativa presentación, el poder sugestivo de su arte, etcétera. Posteriormente, en su estudio y entrenamiento, el interés se centra en la técnica de su arte y en el progreso físico. El anhelo principal es el de alcanzar grados superiores y tener notables actuaciones en las competiciones en que participe. Si no se desiste en esta etapa, por cualquier tipo de desencanto o por el desaliento que produce la dura tarea de los ejercicios fundamentales en los entrenamientos, se habrá progresado al realizar y comprender los principios de la no resistencia, la naturaleza de la fuerza y la debilidad.

 

Con lo anterior, se tendrá conciencia de la seguridad en uno mismo y un acendrado sentido del equilibrio que surge del interior. El disfrutar de los efectos beneficiosos del ejercicio mental y físico, así como de la distracción que proporciona el entrenamiento, se convierten en la atracción principal. Cuando se pasa la etapa de los ejercicios básicos y se alcanza un grado aceptable de técnica, es cuando se empieza a apreciar la sutileza y finura de este arte. Entonces, una vez superada la dura etapa del aprendizaje, es cuando ya el interés se concentra en más puntos que la obtención de la eficiencia en el arte, también en el movimiento estético simple, la coordinación rítmica de los componentes del cuerpo, el equilibrio mental y físico, etcétera. Por ello, hay muchos practicantes que, aun siendo su objetivo el obtener grandes resultados en competiciones, se torna indiferente al hecho de resultar vencedor o vencido en competición y considera al oponente como un compañero que coopera en el esfuerzo para la demostración del arte que practican. De hecho, en los entrenamientos, el ser hábilmente proyectado se vuelve tan agradable y divertido como lo es la sensación de satisfacción que se deriva de una perfecta ejecución de una proyección. Así, a través de todas las etapas del progreso, el sentido estético se afianza al lado de la eficiencia, ambos mental y espiritualmente listos para proseguir el avance en busca de la identidad del más huidizo, del más concentrado en sí mismo, del más dominante "yo, la llave de todas las cosas". En esta forma, el entrenamiento del judo, sobre el principio de la no resistencia y el equilibrio promueve el proceso mental que, a su vez, conduce a una mejor comprensión de las leyes naturales y la forma de resolver los problemas humanos, independientemente de cualquier tipo de fuerzas ideológicas a que estemos sujetos.

Aspectos psicológicos

 

El judo es un deporte de lucha de práctica individual, con actividad directa, recíproca y agonista. Se lleva a cabo en un terreno delimitado y estabilizado, en el que lo único que cambia es el comportamiento de los judocas. Con respecto a los deportes agresivos y violentos, se considera violento todo aquel deporte que en su práctica requiere la ejecución de actos físicos realizados con violencia, como por ejemplo, golpear un balón, golpear una pelota con raqueta, entre otras; siendo esta una característica del deporte en sí. El judo podría ser considerado un deporte violento, ya que la ejecución de las diversas técnicas requiere de un esfuerzo físico importante. Se considera agresivo todo aquel deporte que en su práctica tiende a una voluntad de dañar al oponente. El judo no se considera un deporte agresivo ya que la intención no es la de dañar al contrario. Es importante notar que en la práctica competitiva del judo es penalizada toda acción encaminada a dañar al oponente, siendo incluso prohibidas en la práctica deportiva aquellas luxaciones que son generadoras de un índice de lesiones muy alto, como las aplicadas a las extremidades inferiores, columna y cuello. El judo es un deporte violento por la ejecución pero no agresivo por la intención. La violencia es más una característica del deporte en sí mientras que la agresividad es un componente del deportista.

Beneficios en la práctica

 

Esta disciplina enfocada como deporte para todos pretende no tanto ensalzar el deporte de alta competición como animar al mayor número posible de personas a practicar con regularidad una actividad física o un deporte de tiempo libre. Para los más jóvenes, que representa el 70 % de todos los practicantes, la iniciación al judo, de carácter lúdico, es una forma de descubrir su cuerpo y de preparación a una verdadera práctica deportiva la cual requiere algunos aspectos técnicos. De adolescentes su práctica será más técnica y de descubrimiento de los aspectos culturales. De adulto, el judoca podrá seguir la práctica tradicional, especie de deporte de equilibrio físico y mental o arte de vivir: el judo es un deporte que equilibra psíquica y mentalmente. En la tercera edad, con la condición de establecer algunas precauciones elementales, podrán seguir el estudio del judo a su ritmo, sustituyendo cada vez más la fuerza muscular por la armonía en el gesto. El judo es un deporte en el que se ve involucrado todo el cuerpo y cuya intensidad y demanda cardiovascular pueden ser modulados perfectamente por el deportista. Combina perfectamente la fuerza, la táctica de combate y la técnica, con lo que se produce un desarrollo integral de la persona. En él hay que combinar una buena preparación física tanto de tipo anaeróbico como aeróbico, ya que a las acciones explosivas y de gran velocidad hay que añadir una gran resistencia para aguantar la duración de un combate.

Para su práctica, además se requiere una preparación física de base mínima que se mejora a medida que se aprende la técnica y es necesario llevar de forma paralela una preparación física general, que nos prepare para afrontar bien los esfuerzos. Como cualquier disciplina deportiva, exige un calentamiento previo para evitar las lesiones. También es conveniente realizar un programa de estiramientos musculares para poner al músculo en las condiciones idóneas antes de la sesión y para descargar la tensión muscular producto del entrenamiento.

 

El judo es un deporte que sigue una progresión en el aprendizaje de las técnicas que facilita su asimilación y evita accidentes. Lo primero que se enseña es a caer, y a partir de ahí comienzan a realizarse el resto de las técnicas. Es necesario contar con el material deportivo adecuado: un uniforme o judogui, y la superficie sobre la que se practica: el tatami. El judogi está compuesto por una chaqueta y un pantalón, además del cinturón, que son de algodón resistente para permitir los agarres, y el tatami que es una superficie que, sin ser demasiado blanda, impide que se produzcan daños en las caídas. Al ser un deporte que se practica descalzo, hay que ser muy escrupuloso en la higiene de los pies para evitar contagios y también cortes, por lo que se recomienda el uso de zapatillas para caminar siempre que se esté fuera del tatami.

Salvo en contadas excepciones como enfermedades graves que afecten al aparato locomotor (como la osteoporosis), este deporte lo puede practicar cualquier persona con las limitaciones propias de cada individuo. Además, hay que tener en cuenta que el judo no se trata de solo combate: también se puede practicar en forma de Kata, que es la ejecución de las técnicas a modo de demostración, y que exigen menos esfuerzo físico a los practicantes.

 

Es muy importante notar que, el Judo sentó las bases metodológicas y el sistema de grados por cinturones o grados kyu-dan para las artes marciales modernas japonesas, como el karate-Do  y el Aikido tanto en sus objetivos como en sus métodos de enseñanza, iniciales. 

 

Beneficios psicológicos

 

Muchos estudios han demostrado los beneficios de la práctica del judo, especialmente en niños hiperactivos, con problemas mentales o en niños y adolescentes procedentes de familias disfuncionales, que presentan problemas de conducta tanto leves como severos, siendo el judo una de las disciplinas deportivas más recomendadas para estos casos.

Se tiene en cuenta que la mayoría de los jóvenes son agresivos por falta de autoestima , entonces una persona con buena autoestima no tiene necesidad de ser agresiva. En este sentido la práctica sistemática de este arte marcial contribuye decisivamente a aumentar la asertividad en niños y jóvenes, y en consecuencia a disminuir la agresividad. 

 

Beneficios físicos

 

En cuanto a los factores físicos se ejercitan todos los músculos sin excepción, lo que logra en el niño un desarrollo armonioso y simétrico en la formación muscular y ósea; la práctica del judo le permite al niño fortalecer los huesos, incrementar la masa muscular y aumentar la elasticidad de músculos y tendones, sobre todo en edades de crecimiento. En el judo se ve involucrado todo el cuerpo y su intensidad y demanda cardiovascular pueden ser modulados perfectamente por el practicante. Combina perfectamente la fuerza, la táctica de combate y la técnica, con lo que se produce un desarrollo integral de la persona. En él, hay que combinar una buena preparación física tanto de tipo anaeróbico como aeróbico ya que a las acciones explosivas y de gran velocidad generan una gran resistencia para aguantar la duración de un combate.

 

Los programas de enseñanza están preparados para que el niño mejore la coordinación y la psicomotricidad, cualidades imprescindibles en edades tempranas. Además, se practica descalzo por lo que previene y ayuda a corregir problemas físicos de crecimiento en niños como; pies (planos, valgos, etcétera), columnas desviadas (escoliosis cifosis, lordosis). Los ejercicios brindan un óptimo entrenamiento cardiovascular siendo aconsejado por muchos médicos como una disciplina fundamental para ciertos cuadros clínicos como por ejemplo asmas, problemas de columna, articulares,  entre otros.

 

Vestimenta

 

La vestimenta usada en el judo recibe el nombre de judogi y con el cinturón (obi) forma el equipo personal y necesario para poder practicarlo, esta deriva de la manera de vestir en Japón antes del siglo XX. Los colores de los judogi pueden variar, siendo un "judogi" azul o uno blanco, pero de preferencia es este último el más visto. El color azul o cualquier otro color que no sea el blanco solo se puede usar en competiciones en las cuales se permita, pero nunca para la realización de los katas. Los judogis en general son de algodón, de otras fibras fuertes, o reforzados. El judogi puede ser de una tela sencilla o puede tener un tramado específico, el último es más caro, pero más resistente. A los principiantes se les recomienda el más sencillo.

 

La vestimenta y sistema de grados kyu y dan por cintas y cinturones, usada en el judo fueron adoptados por el Karate-do, a partir de 1922. Este sistema de grados, ha sido asimismo copiado o adaptado por muchas otras artes marciales, deportes de combate y sistemas híbridos modernos de desarrollo coreano, estadounidense, hawaiano, etc., en el siglo XX.

 

Obi o cinturón

 

El cinturón (Obi en japonés) sirve para sujetar el traje. En occidente, los cinturones son siete y empiezan con el color blanco y le siguen el amarillo, el naranja, el verde, el azul, el marrón, el negro y posteriormente se aumenta por medio de los dan. Esta graduación progresiva fue implementada inicialmente en Francia por el maestro Mikonosuke Kawaishi, pues inclusive en Japón, es poco usada, aunque algunas escuelas preservan los cinturones blanco, marrón y por supuesto, el cinturón negro. El maestro fundador, no poseía ningún grado por cinturón puesto que era el soke (o fundador del arte marcial), quien a su vez había sido diplomado en los estilos Tenjin Shin'yō-ryū, y la Kitō-ryū, del Jiu-jitsu clásico o Koryu budo, según el sistema clásico por juramento y diploma, o Menkyo kaiden. Actualmente, el grado más alto alcanzado después del cinturón negro, es el cinturón rojo y blanco, hasta el 8 Dan, hasta llegar al cinturón rojo 9 Dan. El décimo Dan grado únicamente conseguido por trece hombres nombrados 10 dan. Así que los colores del cinturón para los grados del dan en el judo, son: 1.º dan; al 5.º dan, negro; 6.º; al 8.º dan, rojo y blanco; 9º y 10.º dan, rojo.

El color de la cinta simboliza el proceso de aprendizaje gradual y crecimiento de la persona; el color se va oscureciendo con los años de dedicación y práctica. En Japón donde la popularidad, la constancia y la perseverancia posterior al cinturón negro primer dan son mayores que en Occidente los colores del cinto del judoca son tres (blanco, marrón y negro). En occidente se usan siete colores y cada uno representa algo distinto que tiene que ver con el desarrollo en esa etapa del aprendizaje.

Los cinturones de colores en judo van en el siguiente orden desde el menor al mayor grado.

Kyu´s

Un judoca siempre comienza en judo vistiendo un obi o cinturón blanco.

Los kyu son los cinturones de los judocas principiantes.

  • 6 ª Kyu -* Blanco (ingenuidad - pureza)
  • 5 ª Kyu -* Amarillo (descubrimiento)
  • 4 ª Kyu -* Naranja (ilusión - amor)
  • 3 ª Kyu -* Verde (esperanza - fe)
  • 2 ª Kyu -* Azul (idealismo)
  • 1 ª Kyu -* Marrón (iniciación al conocimiento)

Para los niños pequeños pasan por puntas para evitar que lleguen muy rápido a kyu altos muy jóvenes, es decir, si está blanco y avanza, sigue cinturón blanco con punta amarilla y así sucesivamente.

Dan

Dan significa ‘escalón’ y proviene del juego del go, de origen chino. A los grados dan o avanzados se les considera como sensei, profesor o maestro. Negro (experto)

  • Negro 1.º dan: Sho dan
  • Negro 2.º dan: Ni dan
  • Negro 3.º dan: San dan
  • Negro 4.º dan: Yo dan
  • Negro 5.º dan: Go dan
  • Rojo y blanco 6.º dan: Roku dan
  • Rojo y blanco 7.º dan: Shichi dan
  • Rojo y blanco 8.º dan: Hachi dan
  • Rojo 9.º dan: Ku dan
  • Rojo 10.º dan: Ju dan

Obi del Sensei

En 1920  el Instituto Kodokan, fundado en 1882  por Jigoro Kano como la primera escuela de judo, establece las normas para los cinturones Kyus y danes, y que son admitidos posteriormente por la Federación Internacional de judo. En 1883  se establecieron finalmente los colores para los grados dan, que acogen la mayoría de artes marciales de Japón posteriormente como en el caso del Karate y el Aikido. Las normas en el Kodokan se establecen hasta 12 dan, quedando a disposición del presidente de dicha institución el otorgamiento de 12 dan.

  • Del 1 al 5 dan: cinturón de color negro.
  • Del 6 al 8 dan: cinturón blanco/rojo.
  • Del 9 al 11 dan: cinturón rojo.
  • El 12 dan: cinturón blanco (honorífico al que está prohibido llegar por respeto a Kano).

Oficialmente, se reconoce como grado máximo el 11 dan. Existe el mito de que el fundador o Shihan ostentaba el grado de 12 dan con cinturón blanco. Jigoro Kano no poseía ningún grado por ser precisamente el fundador.  Actualmente en algunos dojos en Japón se han empezado a utilizar también cinturones de colores para los niños. Para los niños hay "niveles intermedios entre cinturón y cinturón" en los que se le va poniendo bandas del próximo color a obtener, con el fin dar lugar a un mejor proceso de aprendizaje.  Las graduaciones dan se otorgan por tiempo mínimo dependiente de cada graduación; por ejemplo, para presentarse al examen de segundo dan, debe tener un tiempo mínimo de práctica constante de dos años, y así aumentando un año por cada grado Dan.